
MENTORING10+
para coaches de vocación/corazón que comienzan su camino profesional o que no acaban de despegar y de conseguir el éxito que esperaban
¿Qué hay detrás de la cortina del negocio de un coach profesional autónomo?
10 años después de dar el paso, y de servir a más de 3000 personas en el primer Centro de Desarrollo Personal en la ciudad de Burgos, descorro la cortina y te enseño, desde mi experiencia, esta maravillosa profesión,
incluida la letra pequeña que con frecuencia se nos olvida leer.

¿Qué tenemos tú y yo en común?
Hay 3 motivos comunes que nos llevan a elegir el coaching como profesión:

Practicar coaching nos ha conectado con nuestro potencial
Nos involucramos en un proceso individual de desarrollo personal, bien por curiosidad o por necesidad, y experimentamos de primera mano el poder y potencial que reside en nosotros para dar forma a lo que ocurre en nuestras vidas o salir del bache en el que estábamos y sentimos la necesidad de compartirlo con los demás.

Sentimos de forma natural la llamada a servir a otros seres humanos,
deseamos acompañarlos para que sean más felices y tener un impacto positivo en sus vidas.

Entendemos que puede ser una posible opción profesional
Lo vemos como una opción o salida profesional alineada con nuestros valores que nos aporta autonomía, flexibilidad, ingresos adicionales o algún otro beneficio.
Todas estas razones nos aportan energía para comenzar en el coaching, identificar una escuela o programa que nos enseñe el oficio y prepararnos para hacer el trabajo lo mejor posible.
Pero, ¿qué pasa después?
¿Es el motivo que nos lleva a dar el paso y hacernos con herramientas suficiente para continuar caminando y “dedicarnos a ello”?
En mi experiencia, “la llamada” es necesaria pero no es suficiente,
¿PORQUÉ?

Porque, aunque tengamos las herramientas y sepamos qué tenemos que hacer, sin práctica las herramientas no siempre nos llevan a los resultados que deseamos, lo que nos hace dudar de si realmente estamos hechos para esto, de si realmente lo que aportamos es valioso.
Esta es la primera barrera que debemos atravesar:
La barrera del PRINCIPIANTE
(sin práctica no tengo confianza, sin confianza no me pongo a practicar)

Porque además de hacer bien el trabajo y que nuestros clientes consigan los resultados que desean, necesitamos construir una estructura que nos permita conseguir clientes y crear un negocio sostenible y realizar las funciones de gerente de este.
Aquí es cuando muchos nos encontramos con
La barrera del CEO
nos resistimos a coger la parte del negocio, del marketing, de la venta (somos coaches que ayudan a las personas no vendedores ni personas de negocios)

Nosotros, aunque seamos coaches, también estamos en nuestro propio proceso de desarrollo, de expansión y nos vamos a encontrar con nuestros miedos, dificultades y limitaciones.
Esta es
La barrera del EGO
con sus múltiples caras, que irá apareciendo en diferentes momentos de la profesión o en las diferentes fases de la construcción de un negocio sostenible.
Unas barreras que son a la vez lo que nos puede ralentizar, pero también, lo que nos fortalece.
Y cuantas más vamos dejando atrás más fácil es lidiar con la siguiente.
Sin superar estas barreras lo más probable es que nos quedemos en la cuneta, o hagamos del coaching un hobby o una actividad secundaria en nuestra vida, o que trabajemos para otros profesionales que sí han creado un negocio.
Todas opciones válidas, sí, pero no igual de satisfactorias para muchos de nosotros.

Y en esto, tú y yo, somos exactamente como nuestros clientes.
Tenemos un deseo, una aspiración o una frustración que nos mueve. El poder de crear, de avanzar, de expandir nuestros límites, de pasar a la acción, de implementar, de experimentar y paso a paso ir dando forma y vida al sueño, a la llamada, a dejar la huella que te hace sentir orgullo y plenitud.
Sin embargo, fíjate que no siempre estamos en coherencia entre cómo vemos a nuestros clientes y cómo nos vemos a nosotros. Y, en mi experiencia, cuando esto pasa es de lo más frustrante y difícil de “tragar”.
Como ellos/nuestros clientes, partimos de que sabemos lo que tenemos que hacer, pero no lo hacemos o lo hacemos a medias, o no perseveramos.
Sabemos que el error y el fracaso son parte del camino, pero los evitamos con la inacción o tratando de esquivarlo añadiendo más training, más fórmulas que nos aseguran que funcionan, uniéndonos a otros profesionales.
Algunos incluso creemos que el universo se alineará con nosotros si damos el salto, pero resulta que, a la hora de la verdad, nuestra acción y nuestra creencia no se acaban de alinear.
Queremos creer, pero nuestros actos dicen otra cosa.
Si crees que es posible decir SI a la llamada de tu corazón, ayudar y tener un impacto positivo en la vida de las personas que eligen trabajar contigo, hacer de ello un negocio sostenible, y sobre todo, SI quieres que tus acciones estén alineadas con estas creencias, entonces,
el paso, querido coach, querido compañero de profesión, es hacia dentro, hacia ti.
Y en ese paso hacia tu poder es donde quiero acompañarte hoy.


Hay 4 motores que me mueven a hablar contigo en este momento:
1- La confianza que me da la experiencia
y por la que te puedo decir que sí se puede!!! Siempre he experimentado primero y enseñado después. Esta rama de mi trabajo y de mi contribución no es distinta en esto. Mi confianza viene de que me lo he probado a mí misma. Si yo puedo, tu también.
2- La frustración
de ver que las personas que más cerca lo tienen del corazón son precisamente las que se quedan a un lado.
3- Este es un momento idóneo para plantar y que crezcan las semillas.
Las nuevas necesidades y oportunidades creadas a raíz de situación global actual, unida a la madurez de la profesión, hacen que este sea un momento propicio para profesionalizar tus conocimientos de coaching o asentar los cimientos de tu negocio.
4- Y lo más importante de todo: he sentido la llamada
A finales del año pasado volví a sentir una sensación muy clara y poderosa de rebosar. Y la reconocí porque es idéntica a la que sensación de hace 11 años cuando me resultaba imposible sostener las ganas de compartir con las personas a mi alrededor lo que había experimentado: el poder que tenemos de crear nuestra experiencia de vida y hacerla mucho más satisfactoria y plena.
Lo que me llevó a querer acompañarlos a activar ese poder con las herramientas de coaching que había adquirido para ello fueron mayores que cualquier miedo, y di el paso para cerrar el capítulo ingeniería y abrir el de coaching.

Si algo me ha mostrado la última década es que cada vez que digo sí a mi corazón y doy el salto en esa dirección, la cosa sale bien y mantengo el vuelo. Y cada vez que digo sí a mi miedo, me acabo estrellando en el suelo..
Así que aquí voy, ¡un nuevo salto al vacío!
Y esta vez digo SÍ a compartir lo que hay detrás del negocio de El Factor Humano, no para que lo copies o sigas mis pasos, sino para enseñarte el panel de control y los bloques de construcción que lo hacen auténtico y sostenible y para que construyas tú el tuyo a tu medida.
¿Quieres dar el salto, pero con paracaídas?

Yo te ayudo a lanzarte, y te enseño cómo abrir el paracaidas para que el salto sea perfecto.
¿Cómo? Con 3 sesiones de mentoría
💠 Accede, nada más unirte, a 3 sesiones pregrabadas en las que te compartiré toda la teoría.
💠 Después, en directo, tendremos una sesión de 2 horas de mentoring, en un grupo de no más de 8 personas, en las que te ayudaré a que sientes las bases de tu negocio particular.
💠 Te ofreceré la posibilidad de seguir trabajando juntas en los 3 pilares que sustentan el negocio de cualquier coach: tus clientes, el negocio y tú.

TU CLIENTE, TU PROCESO: RESULTADOS
Tus clientes vienen a por resultados, pero una parte de esos resultados depende ellos y, por tanto, tú no los puedes garantizar... ¿o sí?
¿Qué es lo que puedes hacer para que ellos en casa hagan lo que saben que les va a venir bien o experimenten con la propuesta que les ofreces?
💠 LA CLAVE: hacer que experimenten en la sesión, ¡así se lo llevan puesto!
El objetivo es hacer tus sesiones más experimentales, es activar el recurso del aprendizaje, activar la emoción del cliente. Esa emoción a la que podrá acceder en cualquier momento y que no necesita de tu presencia.
Es algo más que practicar una habilidad o hacer un ensayo, que también. Se trata de acceder y activar la emoción, que es la que le ayudará a integrar, a recordar.
Cada vez que pregunto, con qué te quedas de la sesión, me dicen, con esto último, con lo que he experimentado, con la sensación.
Puedes hablar de poder durante 50 minutos y el cliente estar convencido, en su mente, de que tiene el poder, PERO no lo SIENTE. El poder está en su cabeza, y de ahí es muy difícil sacarlo. Hacer que lo sientan es la clave. (ejemplo: Eva, la línea recta)
¿Cómo funciona eso de activar la emoción?
Te pongo un ejemplo: en este vídeo de mi canal de YouTube: "Amarse a uno mismo, ¿Cómo se hace?" hago exáctamente eso: activar la emoción.
Cada persona que lo ve podrá acceder a esa emoción tantas veces como desee y desperetarla en tantos momentos como lo necesite.
¿Quiere esto decir que tu cliente no te necesitará más?
¡Al contrario! Tu cliente saldrá "emocionado" de la sesión, experimentará lo que le has enseñado y verá lo potente y beneficioso que es, descubrirá cómo él mismo puede hacerlo, y, desde luego, querrá más.
¡No es casualidad que este vídeo esté entre los 3 primeros que más suscriptores han dado al canal y que sea el que más comentarios ha despertado, con diferencia, de entre los más de 300 vídeos que hay disponibles!




En la sesión 1 de MENTORING10+:
Te mostraré el método que yo misma uso en mis sesiones para activar la emoción en mis clientes y cómo esto me genera clientes más comprometidos, más satisfechos y con muchas más ganas, no solo de volver, sino de recomendar mis servicios.

TU NEGOCIO: SOSTENIBILIDAD
En este vértice del triángulo del equilibrio, el objetivo es crear un negocio sotenible y duradero que te permita disfrutar de tu vida.
Transformar tu conocimiento en un negocio no es sencillo:
- Has de definirlo o darle forma (marca, nombre, servicios, cómo ofreces e impartes tus servicios, individual, en grupo, presencial, infoproductos,etc.)
- Te conviertes en CEO, JEFE y trabajador todo en uno.
- Debes crear la estructura: departamentos, poner claridad en las funciones y, sobre todo, apropiarte de ellas, !te gusten o no te gusten!
💠 Porque la sostenibilidad se consigue haciendo lo que te gusta y lo que no.
¿Y cuál es el método, la fórmula o el proceso adecuado?
Aquí es donde el 90% de los emprendedores se ve desbordardo y terminan desistiendo de su sueño.
¿Por qué? Porque se empeñan en poner en marcha sistemas de trabajo que no son suyos.
Cada uno tenemos nuestra forma, y descubrirla es parte del proceso.
Y es precisamente en el proceso donde hay ciertos fundamentos que te servirán para mantenerte en acción mientras vas descubriendo TU MANERA.
No es sostenible es adoptar un sistema que no es tuyo, que no te encaja, que requiere de ti más de lo que te da.
Las fórmulas que han servido a otros puede que no sean para ti.
Como saberlo, como identificar lo que es tuyo y lo que no. El peligro de adoptar fórmulas de otros. De dejar un sistema con unas especificaciones para entrar en otro con otras (ver debajo de brillo, de los adornos: la libertad, la felxibilidad) Elementos comunes que es útil que sepas: 2 años de rampa?...
Contestaremos a eso de dar cosas gratis

¿Cómo encuentra cada uno su manera?
Yo empecé con un centro, uniendo la parte cognitiva con la parte física del cuerpo (prácticas de equilibrio). Alguien en Burgos, mi ciudad, utilizó la misma fórmula, y a los 6 meses cerró.
No es la fórmula la que te da la sostenibilidad que buscas en tu negocio, es la idea que lo inspirada, y, sobre todo, confiar en en esa idea.
En mi caso resultó ser la mejor idea para:
- dar a conocer una profesión que no estaba todavía dentro de lo disponible en mi ciudad,
- para dar profesionalidad, (no es lo mismo hacer las sesiones en una cafetería, o en tu casa que en un espacio creado para ello)
- y para crear una solución sostenible, dando a cada uno lo que necesitaba en cada momento.
Yo no sabía al comenzar lo poderoso de la idea, pero decidí invertir en mi negocio y llevar mi idea adelante.
Busqué mentores, cogí ideas, me forme en marketing, y nunca, nunca, abandoné mi idea y la razón que inspiró mi negocio.
No empeñarme en copiar a los mejores, aunque conociera sus estrategias, no caer en la tentación de hacer exactamente lo que otros decían que había que hacer fue lo que hizo de mi centro un negocio sostenible.
Encontrar MI MANERA me ha traído hasta donde estoy.